Monday, October 31, 2005

Traficantes de Belleza
















NUEVA JERSEY — Bonitas, ingenuas y en busca de un mejor porvenir son muchas las jóvenes que viajan desde Latinoamérica a los Estados Unidos bajo falsas promesas de trabajos dignos, que finalmente y sin saberlo, terminan siendo esclavas, víctimas del ilícito negocio del tráfico humano.
Las cifras hablan por si solas ya que según un informe del Departamento de Estado se estima que anualmente las bandas dedicadas al tráfico humano traen de forma ilegal a los Estados Unidos de entre 18 mil a 20 mil personas, de las que aproximadamente cuatro mil terminan siendo trasladadas a Nueva Jersey.

Una vez en territorio norteamericano son retenidas y obligadas a trabajar en bares y ejercer la prostitución hasta pagar el precio del viaje que oscila de entre 10 mil y 20 mil dólares.

"Rosario, de 22 años, llegó de Honduras hace nueve meses y vino a trabajar como mesera en un restaurante, que al final resultó ser una barra en donde tiene que hacer consumir a los clientes la mayor cantidad de bebidas alcohólicas" relató en exclusiva a este rotativo Ana, la única amiga que tenía Rosario en este país.

Esta joven, que pidió que se cambiara su nombre y el de su amiga, asegura que "conocí a Rosario en una de las barras en donde trabajé en marzo pasado, ella me contó que le habían ofrecido un maravilloso trabajo, pero la realidad fue otra. Ella no quiso denunciarlo a la policía porque teme por su familia".

"La única esperanza de Rosario es acabar de pagar la deuda y quedar libre. Ella no hablaba mucho sobre su situación, estaba resignada. Solo recuerdo que me dijo que había entrado por la frontera de México, llevada a Houston Texas y después aquí a Nueva Jersey. No he vuelto a saber nada de ella, porque la trasladaron a otro lugar que desconozco", asegura Ana.

Este es solo uno de los casos en el que las víctimas temen ser denuncias a la policía y solo se dan a conocer públicamente cuando las autoridades descubren esta actividad ilícita como ocurrió en julio cuando la fiscalía federal acusó a 10 presuntos miembros de una banda que operaba en Estados Unidos y Honduras, por traer a jóvenes indocumentadas.

Luisa Medrano, propietaria de los tres bares donde las jóvenes eran obligadas a trabajar y sindicada de ser la líder del grupo, fue arrestada junto a otras siete personas y acusadas por tráfico humano.

19 jóvenes, algunas de solo 14 años, provenientes de zonas cercanas a Olanchita, Honduras, fueron reclutadas con la falsa promesa de obtener un trabajo como meseras en restaurantes del Estado Jardín, pero una vez llegaron al condado Hudson fueron amenazadas y abusadas física y emocionalmente.

Varias de las jovencitas fueron violadas sexualmente por los contrabandistas mientras eran traídas a los Estados Unidos, forzadas a beber alcohol y bailar con los clientes los siete días a la semana para pagar con su trabajo la deuda contraída con sus captores. Las que no obedecían eran golpeadas y amenazadas con hacerles daño a sus familias en Honduras.

Las jóvenes que resultaron embarazadas fueron forzadas a abortar y una víctima de 21 años fue obligada a tomar píldoras para inducir a un aborto espontáneo, al día siguiente la joven dio a luz a una niña que murió al poco tiempo.

Percibían un salario de 240 dólares a la semana más la comisión por el licor que consumían sus clientes, pero este dinero era retenido por sus captores a fin de ir pagando la deuda. Este caso continúa bajo investigación.

Al respecto, el Jefe de Policía de Union City dijo que las víctimas de este ilícito deben denunciar sin temor a quienes las estén explotando, asegurando que su departamento está abierto a todas las personas sin importar su origen étnico ni su estatus de permanencia, ante la certeza de que los traficantes amenazan a estas jóvenes con la deportación si acuden a las autoridades.

Kyle Hutchins, agente a cargo de ICE (Agencia de Inmigración y Aduanas) dijo que "estos criminales actúan con codicia y sin conciencia de lo que es la libertad y los derechos humanos". El gobierno federal estima que los traficantes de personas obtienen una ganancia anual de 9.5 mil millones de dólares.

Rosemberg López Samayoa, director de la organización Una Mano Amiga en la Lucha contra el Sida con base en México, dijo que "este es un negocio silencioso en el cual las víctimas se quedan calladas.

Un informe del año pasado del Departamento del Estado indica que El Salvador es un país de tránsito, destino y fuente de trata de mujeres y menores con propósito de explotación sexual que son traficados a Estados Unidos, Canadá, México y otros países centroamericanos.

En el 2002, en Plainfield Nueva Jersey, la policía descubrió a cuatro menores prisioneras, obligadas a trabajar como prostitutas y atender diariamente hasta a ocho hombres. Las jóvenes fueron traídas desde México con falsas promesas de matrimonio. En conexión con este caso, las hermanas Librada y Antonia Jiménez Calderón fueron sentenciadas a 17 años de prisión. Cuatro personas más fueron acusadas y sentenciadas por tráfico humano.

El año pasado la juez federal Faith Hochberg ordenó a los convictos pagar por compensación 135 mil dólares a las cuatro jóvenes que permanecieron cautivas de entre siete a 15 meses. Cabe acotar que bajo el Acta de Protección a las Víctimas de Tráfico Humano, del año 2000, las víctimas son elegibles para recibir beneficios de asistencia para vivienda, comida y una visa para vivir y trabajar legalmente en los Estados Unidos. La legislatura de Nueva Jersey aprobó una ley que endurece las penalidades a los responsables de tráfico humano y que fuerzan a las víctimas a trabajar o prostituirse, con penas de entre 30 años de cárcel a cadena perpetua y confiscación de propiedades y dinero.

1 Comments:

Blogger Roberto Iza Valdés said...

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7:59 PM  

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