Monday, December 12, 2005

Débora Arango R.I.P












A sus 98 años de edad, murió la pintora Débora Arango, ícono del arte colombiano

Su cuerpo permanece en cámara ardiente en el primer piso del edificio de la Alcaldía de Envigado (sur del área metropolitana de Medellín).

El deceso de la pintora, que durante su juventud hizo una obra considerada polémica por su temática, ocurrió el domingo a la 1:30 p.m. en un bello caserón llamado Casablanca.


La artista, que en vida entregó gran parte de su obra al Museo de Arte Moderno de Medellín, desarrolló su carrera promediando el siglo pasado. Había nacido en Medellín, en 1907 y era la octava hija de una familia de 12 hermanos. En la década de 1930 inició sus estudios con el pintor antioqueño Eladio Vélez, de quien aprendió el gusto por el dibujo. Más adelante estudió con el pintor y muralista Pedro Nel Gómez.


Arango fue polémica por su obra descarnada y crítica de la sociedad de su época. Incluso en 1955, en una exposición en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, el General Francisco Franco hizo descolgar su obra. El primer cuadro que se acepta como el que originó su interés por la figura humana fue Azucenas, para el cual posó su hermana Elvira, con quien vivió hasta que murió el año pasado.


Entre los muchos homenajes y condecoraciones que recibió en los últimos 20 años están la Orden de la Democracia José Félix de Restrepo, otorgada por el Concejo de Sabaneta y la Cruz de Boyacá, máximo honor que entrega el Gobierno Nacional. Ésta se la impuso el presidente Álvaro Uribe Vélez a finales del 2003.


Como persona y pintora hizo lo que quiso. En una entrevista con EL TIEMPO, con motivo de la entrega de la Cruz de Boyacá, la pintora recordó: "Manejaba un carro grande de mi papá. En ese tiempo en Medellín había tres mujeres que conducían: una extranjera, una hija de un camionero y yo".


En su juventud solía montar jornadas a caballo vestida con pantalón (como solo lo hacían los hombres) y cuando terminaba dormía en grandes salones junto a los varones.


"En el colegio de María Auxiliadora me enseñaron a pintar. Después lo hice con Eladio Vélez y solamente pintaba lo que me gustaba. Con Pedro Nel Gómez fue mejor, porque era más revolucionario. Me gustaba más porque dejaba crear y mis obras eran más expresivas", dijo en esa ocasión. Luego de su primera exposición, en julio de 1937, en el Club Unión, empezó a ser señalada por inmoral e impúdica. La mayoría de las amigas le dieron la espalda . Sobre eso comentaba: "Pedro Nel nos dijo:no más paisajes ni más flores, ahora pasen al desnudo. Yo dije: ¡Ay, qué dicha! A las otras no les gustó que dijera eso", sus amigas nunca la volvieron a invitar, pero a ella no le importó. Se dedicó a pintar y empezó con una compañera que le posó, como una especie de regalo, antes de irse a un convento.


Con su pintura dijo su verdad y regó su fama de irreverente por el país. Al fin y al cabo se atrevió a pintar cuadros como La salida de Laureano, donde plasmó al dirigente como un batracio, o Rojas Pinilla, al que mostró como un sapo con charreteras, y La Justicia, representada como un militar con alas de vampiro.


Antes de la entrega de la Cruz de Boyacá reflexionaba: "Ahora que hay tanto para pintar, pero ya las lágrimas llegan a los ojos y no puedo hacerlo como quiero. Era muy atrevida, pero uno se va acabando y va cayendo con los años, que son los que lo acaban a uno". Para las 3:30 de la tarde de hoy está prevista la ceremonia fúnebre en la iglesia de Santa Gertrudis, de Envigado.

Vida dedicada a la pintura

1907 Nace en Medellín.
1932 Toma clases de pintura con el maestro Eladio Vélez.
1933 Se matricula en el Instituto de Bellas Artes de Medellín.
1937 Expone 21 acuarelas en Medellín y empieza a recibir clases de pintura de desnudo.
1940 Expone en el Teatro Colón de Bogotá.
1954 Se instala en Madrid.
1960 Estudia pintura y cerámica en Londres.
1986 Dona 233 obras suyas al Museo de Arte Moderno de Medellín.
1991 Le otorgan la medalla Porfirio Barba Jacob, de esa ciudad.
2003 Recibe la Cruz de Boyacá.


Reacciones

Eduardo Serrano. Crítico de arte.

"Fue una artista que se adelantó a su tiempo, por haber participado en el arte de vanguardia de su momento. Una visionaria, en el sentido de que previó lo que pasaría artísticamente en el siglo XX, todo esto del arte político, con interés social, no placentero, sino realista. Desde el punto de vista de su talento fue una dibujante extraordinaria.


Germán Rubiano. Crítico de arte.

"La obra de Débora Arango es especialmente significativa por su descarnada visión de la realidad colombiana en un momento en que los artistas estaban interesados en los problemas sociales del país, pero no de una forma tan critica ni incisiva como ella. Fue una expresionista que no era buena dibujante ni buena pintora, pero su carácter aguerrido y beligerante la salva.

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